Irene y Jorge se conocieron en Octubre del 2011 y cuatro años después, en la misma estación y rodeados de un manto de viñas rojizas, decidieron darse el sí quiero.
Olite y su castillo hicieron de su historia un cuento (con princesa incluida) y la Bodega abrió sus puertas para celebrar el “vivieron felices y comieron perdices”.
Bienvenidos a la preciosa boda de Irene y Jorge
Irene iba guapísima con vestido de Ivory novia, modelo Aliso. Fue flechazo a primera vista, y amor conforme se lo iba probando. Susana fue la encargada de asesorarle no sólo con el vestido, sino también con sus consejos y buen ambiente para tranquilizar los nervios del gran día.
Complementó su look con unos botines de Egovolo, buscaba algo distinto, algo que le hiciera sentir cómoda y sentirse ella misma. Los define como perfectos, y no los perdió pasadas las 12, eran por y para ella.
Para el peinado optó por un recogido, asesorada por Anabel Cantero y lo decoró con una preciosa peineta. El maquillaje también fue trabajo de Anabel.
Los pendientes fueron regalo de una amiga suya, y como algo prestado lució una pulsera que le prestó su cuñada. Detalles que le encantaron e hicieron más especial si cabe su look de novia.
Para el ramo, y teniendo en cuenta la estación , Irene pensó en un ramo colorido que contrastase con el vestido, y en Floristería Villanueva encontró lo que buscaba.
Jorge compró su traje en Diamant, en Tafalla, al igual que el vestido de la madrina y el traje de su padre. También los complementos y el resultado final… ¡estaba guapísimo!
Apasionados por esta época del año que tantos buenos recuerdos han dejado en su historia como pareja, se decidieron por el 14 de Noviembre de 2015.
Se casaron en una preciosa ceremonia civil en el Ayuntamiento de Mutilva, de dónde es la novia, y en la que no faltó nada; palabras, risas, lágrimas y sensaciones acompañadas por una banda sonora de lujo, destacando “hasta mi final “de Il Divo.
El sol quiso celebrar el final de una etapa y el principio de otra y estuvo presente todo el día. Iluminó los viñedos, y sus colores rojizos se vistieron de fiesta para iniciar el siguiente capítulo del cuento de Irene y Jorge.
Todos estuvieron a la altura de este gran día, disfrutando y compartiendo momentos preciosos, con Iker Seve como Dj para continuar con la celebración.
Siempre decimos que lo que pasó en Bodega Otazu queda en la bodega, en cada rincón, y en cada viña, como un recuerdo imborrable que florecerá cada 14 de Noviembre.
Desde aquí y en nombre de todo el equipo de BbOtazu os damos la enhorabuena y os agradecemos el día tan bonito que vivimos, fue un placer acompañaros.
Siempre…Irene y Jorge
Las preciosas fotografías son trabajo de Arizcuren Fotografía